¿Rolex? De seguro te suena de todas partes, pues es una de las mejores marcas de relojes de lujo, más reconocidas a nivel mundial. Este reloj suizo es sinónimo de calidad, innovación y prestigio. No por nada Rolex se ha posicionado durante 4 años seguidos entre las primeras 10 mejores de 100 empresas en el RepTrak, de las empresas con mejor reputación que señala reputation institute anualmente.

En 2014 Rolex se posiciono en el noveno lugar de las mejores empresas con mejor reputación, en 2015 quedo de décimo lugar, mientras que 2016 subió al séptimo puesto, pero es hasta este año 2017 que podemos decir con toda propiedad que, esta empresa es la que tiene la mejor reputación quedando en el primer, pues  para ello reputation institute toma en cuenta sus productos y servicios, innovación, lugar de trabajo, estilo de dirección, liderazgo, desempeño y responsabilidad social.

Además, en el año 2015 la revista Forbes especializada en negocio y finanzas, clasificó la marca Rolex en la posición número 65, como unas de las marcas mundialmente más poderosas.

¿Pero de donde viene el éxito de Rolex?

Es cierto que todo buen reloj debe estar ensamblado de forma óptima para su funcionamiento, teniendo en cuenta desde su tren de engranaje, fuga, rueda de balance, manecillas, hasta el cuerpo de reloj, y sin duda alguna Rolex nos ofrece perfección en la materia. Sin embargo, la clave de su éxito son las constantes innovaciones en la fabricación de sus relojes, por las cuales se ha destacado, ganando fama y prestigio:

El primer reloj de pulsera a prueba de agua y polvo: salió al mercado en el año 1926 y fue bautizado bajo el nombre de Oyster. La caja hermética de este reloj aseguraba la protección en la totalidad de su movimiento, y aunque este tuviera contacto con el agua, sencillamente seguiría funcionando. Esta premisa fue puesta aprueba en 1927 por una nadadora inglesa llamada Mercedes Gleitze, cuyo reloj Rolex seguía funcionando perfectamente después de intentar atravesar el canal de La Mancha luego de 10 horas en el agua.

El primer reloj de pulsera con cuerda automática: Rolex lanza al mercado el modelo Oyster con otra innovación 4 años después, en 1931. Se introdujo otro mecanismo con el que dar cuerda al reloj, en vez de hacerse de forma manual, bastaría hora con movimientos de la muñeca.

El primer reloj de pulsera con cambio de fecha automático: El modelo Dayjust que, además de dar la hora, también te decía la fecha, fue lanzado al mercado en 1945. Poco menos de 10 años después, en 1954, en el nuevo Day-date se podría ver el día de la semana con todas sus letras, además de la fecha.

El primer reloj de pulsera sumergible a 100 metros de profundidad: El Oyster, en cierta medida vuelve a ser el protagonista que marca otro punto en las innovaciones de Rolex, pues para el diseño Submarine, se usa la caja Oyster, pero esta vez ligeramente rediseñada. Este nuevo modelo se estrena en el mercado en 1953, cuya garantía era completa hermeticidad hasta 100 metros bajo el agua.

En la actualidad este Rolex Submariner, puede alcanzar hasta 300 metros de profundidad, pues cuenta con una triple hermeticidad Triplock, que protege de forma adecuada el movimiento perpetual del reloj, resistiendo así a los golpes, rayones y las altas presiones del agua, ya que cada pieza de este reloj está pensada en la perfección:

 

La tarea que se dio Rolex fue pensar en un reloj multifuncional, que no solo diera la hora sino también añadir elementos que los diferenciaran de los demás, pensados en otras prácticas como el submarinismo y la aviación, haciendo de este un reloj único para la época. Son estas innovaciones y la calidad de las mismas que han hecho de esta marca de relojes una de las mejores por su excelencia y de las más demandadas, tanto en el siglo pasado como en este.